jueves, 31 de enero de 2013

Otra vez contigo...

Estoy otra vez en mi playa, sentada en la arena y con la mirada perdida en el mar, es de noche y la luna y las estrellas brillan en su esplendor, excepto una…mi mente va y viene en mares de recuerdos que intento olvidar…hasta que alguien se acerca por detrás sin darme cuenta y me empieza a hablar…

-Hola- dijiste.

Me giré sobresaltada…esa voz era tan familiar…a pesar del tiempo sabía que jamás la olvidaría… -

-Hola- te contesté…

No pude evitar llorar al verte…había pasado tanto tiempo desde nuestro último encuentro…y me vino a la mente el momento de la despedida y las palabras que me dijiste de que volverías a por mí cuando llegase el momento…y aquí estabas… enfrente de mi…volviste a buscarme…

-Sé por qué estás aquí, pensé que tardarías más encontrarme- le dije.

-Te he estado observando todo este tiempo y lo sabes, desde lejos, pensé que jamás tendría que volver a hacerte compañía porque estabas con él pero veo que te volvió a dejar sola- contestó.

-Bueno, los dos sabíamos que esto tendría que pasar, lo veíamos venir pero quisimos seguir luchando hasta que él no pudo más…sabes que yo no estoy preparada totalmente para estar contigo todavía, ¿verdad?- le dije

-Sí, lo sé, es pronto pero te ayudaré a acostumbrarte, no es la primera vez que estamos juntas y recorremos el camino cogidas de la mano, necesitas de mi ayuda para poder seguir y empezar a olvidarle…aunque no quieras, el tiempo pasa y poco a poco, curará tus heridas y mientras eso ocurra, yo te acompañaré en el camino- dijo ella.

Me quedo mirándola fijamente y vuelvo a darme la vuelta, le hago gestos con la mano de que se ponga a mi lado y disfrute de la vista y vuelvo a hablar.

-Siempre sabes donde encontrarme, siempre sabes como me siento y cómo tengo que actuar-

  -Sí, sabía que volverías a aquí, es tu lugar de descanso y donde vienes siempre a recomponerte cuando te hacen daño. Es tu playa, donde piensas, recapacitas y tomas decisiones muy importantes de tu vida. Ahora mismo sigues perdida y sigues luchando por lo que sientes, luchas contra la rabia, la tristeza, la alegría, la soledad y sobre todo, estás muy dolida con él…cuando hace tiempo le agradecías todo lo que te había dado…pobrecillo, siempre se lleva la peor parte- dijo ella-

-Sí, ahora mismo le culpo de cómo me siento, porque yo no quería enamorarme otra vez, no quería volver a sufrir por su culpa y la conocí a ella gracias a él y ahora…otra vez me ha dejado sola y se la llevo consigo…¿y yo qué? ¿todo lo que siento yo por ella? También la quiero, también la amo…y la alejó de mi…y lo más curioso es que se llevó también al miedo con él, aunque un poco sigue conmigo…miedo a que me olvide o miedo a olvidarla yo…- respondí

-Lo sé, pero para eso estoy yo aquí, para ayudarte a pensar, ayudarte a estar bien, ayudarte a rehacer tu vida y ayudarte a perdonarles.- contestó

-Ya les he perdonado aunque no te lo creas, a quien estoy terminando de perdonar es a mí misma por haberles dejado marchar de mi lado, ahora no lo entiendes y me dirás que no lo haga porque no es culpa mía pero lo siento así y tengo que perdonarme del todo para poder seguir…mientras tendrás que esperar a que esté preparada para estar contigo, no puedes obligarme- le respondí.

-No te puedo obligar pero ahora tengo que estar contigo y no puedes hacer nada por evitarlo, lo sabes, enfádate si quieres, llora de rabia, golpea cosas, haz lo que quieras pero yo no te dejaré, dije que volvería a estar contigo y aquí me tienes, sabes que tenemos que volver a retomar el camino juntas, como hace tiempo atrás-dijo ella

Dejo de mirar al mar y giró mi cabeza hacia ella, vuelve a hablar:

-Mira al cielo, ¿ves las estrellas? Hay unas que brillan con fuerza y otras que brillan débilmente, fíjate especialmente en aquella de allí- dijo ella-

Levanto mi mirada hacía el cielo, hacia donde señala ella y la veo, ella sigue hablando:

-Esa estrella, mi pequeña, eres tú, otra vez vuelves a dejar de brillar, otra vez estás débil pero las dos sabemos, que dentro de un tiempo brillarás como la que más, ya lo has hecho más veces así que no te rindas, eres joven, guapa, inteligente, simpática, lo tienes todo para triunfar, sólo tienes que volver a creer en ti misma y para eso estoy aquí-

Mis lágrimas fluyen mientras me cuenta todo eso, la vuelvo a mirar y la sonrío:

-Tienes razón, tenemos que volver a andar juntas aunque ahora mismo no quiera…pero no me queda otra amiga…-

Y le dí la mano a mi amiga, la Soledad.

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