lunes, 21 de febrero de 2011

Gaviota enjaulada...

Me acuerdo de la gaviota que vi por última vez hace ya mucho tiempo en la playa...no la he vuelto a ver...me pregunto si estará bien... si habrá conseguido llegar a su destino o se paró a mitad del camino a descansar después de la dura batalla que tuvo...

Han llegado a mis oídos rumores sobre ella...y no me han gustado nada...me gustaría poder ayudarla pero no sé dónde está ni como encontrarla...y menos aún...no sé por dónde empezar...

Dicen que está enjaulada...que ha perdido las ganas de volar...alguien la encontró mal herida en la orilla de la playa y se la llevó...la curó y en vez de dejarla en libertad...la encerró en una jaula...

Al principio la gaviota luchaba con todas sus fuerzas por abrir la puerta...picoteaba todos los barrotes...agitaba sus alas constantemente para hacer ruido...graznaba con todas sus fuerzas...para molestar...pero nadie le hacía caso...

Pasaban los minutos...las horas...los días...las semanas...y según iba pasando el tiempo...esa gaviota perdía sus fuerzas... no comía...no quería beber...ya no levantaba ni la cabeza..

Al principio de su cautiverio miraba al mar que lo podía ver desde su encierro...pero según pasaba el tiempo...cada minuto tenía menos esperanzas de recobrar la tan ansiada libertad...

Estaba sola...el ser humano que la capturó no entendía su comportamiento...era un ignorante...no sabía que la gaviota necesitaba volar y recorrer los cielos para ser feliz...

La gaviota ya ni se molestaba en mirar por la ventana...de vez en cuando miraba al mar pero cada vez que lo hacía, las lágrimas recorrían sus ojos...porque se acordaba de su felicidad...de su libertad...de vivir la vida...del amor que le esperaba en su hogar...

Miraba al ser humano con ojos llenos de tristeza e intentaba transmitírsela para poder conseguir su libertad pero nunca le miraba fijamente a los ojos...

Hasta que un día...una persona extraña se acercó a la jaula y vio que la gaviota estaba al límite de sus fuerzas...abrió la puerta y cogió a la gaviota...

Salió a la calle...se acerco lentamente a la orilla y la posó en el suelo...le dio algo de comer y algo de beber...la gaviota estaba adormecida pero el extraño la despertó...tenía que comer...tenía que recobrar sus fuerzas...

La gaviota se incorporó muy lentamente...comió algo...bebió también...intentó batir las alas pero no llevaba demasiado tiempo encerrada que no se acordaba como hacerlo...

El extraño la miraba, la cogió en brazos y la habló:

"No te preocupes pequeña...poco a poco volverás a ser lo que eras... ya lo verás...yo me encargaré de que así sea... volverás a ser libre...volverás a surcar los aires como hacías antaño... sólo tienes que tener paciencia y volver a tener fe...eres fuerte...y sobrevivirás..."

La gaviota le miró...sentía como sus lágrimas descendían por sus plumas...sentía el calor de ese extraño...confiaba en él a pesar del sufrimiento pasado y miró al mar...echaba de menos volar y ser libre...pero sabía que con el tiempo lo conseguiría...

Y el extraño se la llevó de nuevo...pero esta vez no la metió en la jaula..sino que la dejó fuera de la misma...y la gaviota se lo agradeció...y ese día comió y bebió hasta la saciedad ya que necesitaba recobrar las fuerzas cuanto antes para poder irse de allí...

Y el extraño la sacaba todos los días a la playa...la soltaba para que corretease por la arena y así batiese sus alas...y poco a poco la gaviota empezaba a levantar el vuelo pero muy despacio ya que todavía estaba débil...

Y pasado el tiempo...la gaviota consiguió alzar el vuelo y desapareció...y con ella se llevó toda la alegría del extraño...toda la felicidad... ya que había conseguido su objetivo...

Pero la gaviota volvería de vez en cuando a esa playa...a buscar a su salvador...el cual la reconocería siempre...porque fue la gaviota que yo misma vi luchar contra la tormenta hace ya mucho tiempo y la cual veo de vez en cuando surcar los cielos...

Y me demuestra que hay que ser valiente y luchar día a día, no perder nunca la esperanza como le pasó a ella porque cuando menos se lo esperó, apareció alguien para echarle una mano y ayudarle a salir de su prisión...ese extraño se llamaba amistad...

No hay comentarios:

Publicar un comentario